La diversidad de factores que intervienen en el
inicio, mantenimiento y finalización de una conducta específica confiere a la
misma un carácter de complejidad, siendo objeto de la psicología el estudio de
los distintos procesos que la integran. El comportamiento humano es
directamente observable, no así los procesos psicológicos que se desencadenan
antes, mientras o después de la ejecución del mismo. No obstante, el
conocimiento de dichos factores es un tema fundamental en el ámbito de la
psicología. En este orden de cosas, la psicología trata de comprender, es
decir, explicar el comportamiento, y predecirlo con anterioridad a que éste se
lleve a término. Se trata de anticiparnos a los hechos, conociendo con qué
probabilidad se va a desencadenar una conducta, y bajo qué condiciones, tanto
individuales, como ambientales. Esta predicción no es una tarea fácil debido a
la diversidad de factores que están implicados en la manifestación de un
comportamiento. Desde el principio de la evolución filo y ontogénetica, la
anticipación a los acontecimientos, es decir, la predicción de los mismos, ha
permitido la supervivencia de los organismos. Por tanto, no resulta difícil
aceptar la importancia que presenta para la disciplina psicológica la
predicción de la conducta antes de que ésta se lleve a cabo. No obstante, esta
predicción es un trabajo arduo, ya que hay que delimitar de forma clara qué
factores intervienen dentro de un contexto determinado.
De un modo
muy general, podemos considerar que la conducta humana se puede predecir
atendiendo a factores psicológicos y sociales. Por lo que se refiere a los
factores psicológicos, podemos diferenciar entre características afectivas (ej.
estados de ánimo y emociones) y cognitivas (ej. creencias y expectativas).
Por
lo que se refiere a los factores sociales (ej. redes y normas sociales), éstos
actuarán facilitando o inhibiendo la manifestación de una conducta dada. Todos
los factores comentados deben ser considerados a la hora de predecir la
aparición, el mantenimiento o la extinción de una conducta en un contexto
determinado.
La mayoría
de investigaciones que se han centrado en este campo, es decir, en el estudio
de los distintos factores que pueden predecir el comportamiento, ha dado una
relevancia especial a los factores cognitivos, y, especialmente, a las
actitudes. Así, observamos como los otros factores implicados en la aparición,
mantenimiento o extinción de una conducta, factores sociales y afectivos,
quedan relegados, en muchas ocasiones, a un segundo lugar.
http://reme.uji.es/articulos/abreva7191302101/texto.html
No hay comentarios.:
Publicar un comentario