sábado, 1 de septiembre de 2018

HISTORIA DEL COMPORTAMIENTO HUMANO


La psicología es la ciencia del comportamiento, los conductistas fueron, desde principios del siglo XX, los primeros en situar el comportamiento en el centro de la psicología científica. Antes de ellos lo había hecho Aristóteles, aunque en un contexto epistemológico muy distinto. Para Aristóteles la indagación psicológica trata sobre los actos de los seres vivos. Lo que precisamente han estudiado siempre los zoólogos y biólogos interesados en la vida de los animales. Los primeros intentos de la psicología experimental introspeccioncita, influidos por la tradición cartesiana, escindieron, en dos actos incomunicables: el movimiento y la conciencia. De un lado, los movimientos físicos y orgánicos de la estimulación, las respuestas externas, cuantitativas, empírica, públicamente observables y físicamente manipulables. De otro, los contenidos y procesos de conciencia, internos, inextensos, cualitativos, accesibles tan sólo a la introspección del propio sujeto.


Todo comportamiento es, sin duda, un proceso físico. Pero no todo proceso físico es comportamiento. Lo son aquellos que significan una respuesta del ser vivo al ambiente en que vive. El comportamiento no es una serie de movimientos sin sentido regido por la legalidad física, ni unos contenidos de conciencia de los que la ciencia experimental tenga que prescindir, ni ambas cosas conjuntamente o por separado. El comportamiento es un proceso estrictamente físico, registrable y verificable, que consiste, precisamente, en ser la actividad por la que un ser vivo mantiene y desarrolla su vida en relación con su ambiente, respondiendo a él y modificándolo. El comportamiento rabioso, por ejemplo, no es sin más un deseo de venganza o de ataque. Como detalla Aristóteles, no es el fenómeno psicológico de la ira, sino su significación. El comportamiento rabioso real, que efectivamente significa eso, es un proceso físicamente registrable consistente en ciertos cambios orgánicos y ciertas relaciones con una situación ambiental que la ciencia ha de ir determinando empírica y experimentalmente. Ese proceso consistía para Aristóteles en el comportamiento de la sangre en torno al corazón. Y como todo comportamiento real no es sólo un puro movimiento físico, ni una pura significación comprensible, sino un movimiento físico significativo. En el comportamiento se dan, a la vez, y en muy distinta proporción según las especies, la comprensibilidad de la acción y la legalidad de los procesos psico-orgánicos por los que se realiza (Chauchard, 1961). El desarrollo y evolución del comportamiento animal lo vemos representado en el hombre con su grandiosa corteza prefrontal que lo posibilita de todo acto, elección, planificación y le permite hacer frente a situaciones nuevas de manera adaptada e inteligente a partir de la evocación de
experiencias pasadas. 

http://www.redalyc.org/pdf/184/18426920003.pdf

BASES BIOLÓGICAS DEL COMPORTAMIENTO HUMANO



El comportamiento humano, tiene un gran componente biológico, ya que el ser humano piensa, siente y se comporta, gracias a todo un proceso interno que tiene lugar dentro del cuerpo humano. Este permite que una persona pueda realizar movimientos, sentir y reaccionar ante un evento, aunque no constituye un elemento final para la explicación de la conducta humana y de los procesos mentales, pero sí una parte importante dentro del crecimiento, desarrollo y evolución del ser humano, ya que algún fallo interno en nuestra biología podría manifestarse en forma de deficiencias en el lenguaje, el pensamiento, el movimiento y el sentir.
La conducta y los procesos mentales del ser humano se miden según base a los aspectos internos fisiológicos del ser humano (aspectos del cerebro y el sistema nervioso).
* A la rama que estudia las bases biológicas del comportamiento se le llama psicobiología unida a la neurociencia, que conlleva el estudio del encéfalo y el sistema nervioso (Morris & Maisto, 2009).
* Es por esto que cuando a una persona se le diagnostica con alguna condición como la depresión, por ejemplo, es pertinente la realización de análisis y de estudios médicos tales como, encefalogramas, análisis de sangre, entre otros, con el fin de determinar si hay algún factor fisiológico o biológico que esté contribuyendo al desarrollo de, por ejemplo, la depresión.









http://www.psicologiacl.com/uploads/1529534300.pdf

CULTURA Y COMPORTAMIENTO HUMANO


En el histórico papel que se le ha asignado a la cultura como reguladora y administradora de conductas, aparece en ella un conjunto de normas que le dan vitalidad a su continua constitución y reproducción social. Parece claro, y sobre todo ampliamente aceptado, que en el mundo culturalmente constituido –una especie de superestructura social– se haya instalado a través del tiempo una serie de reglas de convivencia y de solución de conictos que, consciente o inconscientemente, el ser social ha aceptado y practicado durante toda su existencia (McCracken, 1986).

Estas, como ha de suponerse, son las que deciden y marcan el grado de aceptación o de rechazo de determinado comportamiento asumido por alguien perteneciente a una cultura. En este sentido, los patrones culturales determinan no solo los premios para quien con su conducta contribuya a la prolongación de la norma predominante, sino también el contenido y la forma de castigar a quien, irreverente, se atreva a enfrentar lo estatuido. Es esta lucha vital, entre todo lo nuevo que batalla por emerger y lo tradicional que en su afán perpetuador se resiste a fenecer, la que permite que se logren enormes y significativas modificaciones que dinamizan la vida y estimulan el cambio y el avance social. 
Aparecen así las recompensas como una forma de premiar a quienes respeten el orden estatuido y los castigos para quienes se atrevan a desear lo imperante, lo dominante, lo “normal” (Schein, 1985).
En este marco de normas de comportamiento socialmente compartidas y aceptadas, emergen los premios y aplausos para quienes, plegados a la ortodoxia de pensamiento y acción, se encargan de reproducir en la cotidianidad de su existencia, lo tradicional, “lo bueno”, lo que concuerda con la ideología dominante; todo aquello que perpetúa el estado actual de cosas. Surgen así los patrones ejemplarizantes construidos en el pasado y que “bien vale la pena” emular.


http://www.redalyc.org/pdf/646/64652584001.pdf

PREDICCIÓN DE LA CONDUCTA A TRAVÉS DE LOS CONSTRUCTOS QUE INTEGRAN LA TEORÍA DE ACCIÓN PLANEADA


La diversidad de factores que intervienen en el inicio, mantenimiento y finalización de una conducta específica confiere a la misma un carácter de complejidad, siendo objeto de la psicología el estudio de los distintos procesos que la integran. El comportamiento humano es directamente observable, no así los procesos psicológicos que se desencadenan antes, mientras o después de la ejecución del mismo. No obstante, el conocimiento de dichos factores es un tema fundamental en el ámbito de la psicología. En este orden de cosas, la psicología trata de comprender, es decir, explicar el comportamiento, y predecirlo con anterioridad a que éste se lleve a término. Se trata de anticiparnos a los hechos, conociendo con qué probabilidad se va a desencadenar una conducta, y bajo qué condiciones, tanto individuales, como ambientales. Esta predicción no es una tarea fácil debido a la diversidad de factores que están implicados en la manifestación de un comportamiento. Desde el principio de la evolución filo y ontogénetica, la anticipación a los acontecimientos, es decir, la predicción de los mismos, ha permitido la supervivencia de los organismos. Por tanto, no resulta difícil aceptar la importancia que presenta para la disciplina psicológica la predicción de la conducta antes de que ésta se lleve a cabo. No obstante, esta predicción es un trabajo arduo, ya que hay que delimitar de forma clara qué factores intervienen dentro de un contexto determinado.
De un modo muy general, podemos considerar que la conducta humana se puede predecir atendiendo a factores psicológicos y sociales. Por lo que se refiere a los factores psicológicos, podemos diferenciar entre características afectivas (ej. estados de ánimo y emociones) y cognitivas (ej. creencias y expectativas). 
Por lo que se refiere a los factores sociales (ej. redes y normas sociales), éstos actuarán facilitando o inhibiendo la manifestación de una conducta dada. Todos los factores comentados deben ser considerados a la hora de predecir la aparición, el mantenimiento o la extinción de una conducta en un contexto determinado.
La mayoría de investigaciones que se han centrado en este campo, es decir, en el estudio de los distintos factores que pueden predecir el comportamiento, ha dado una relevancia especial a los factores cognitivos, y, especialmente, a las actitudes. Así, observamos como los otros factores implicados en la aparición, mantenimiento o extinción de una conducta, factores sociales y afectivos, quedan relegados, en muchas ocasiones, a un segundo lugar.



http://reme.uji.es/articulos/abreva7191302101/texto.html

CONCLUSIONES


* Se concluye que el comportamiento humano tiene un gran componente biológico, y gracias al proceso interno que se da dentro del cuerpo humano, este pude sentir, pensar y se comportarse. Se ha podido evidenciar que la rama que estudia a las bases biológicas del comportamiento humano es la psicobiología, que es una unidad de la neurociencia, que conlleva el estudio del encéfalo y el sistema nervioso. 
* El comportamiento humano es un proceso físico, registrable y verificable,  que consiste en ser la actividad por la que un ser vivo mantiene y desarrolla su vida en relación con su ambiente, respondiendo a él y modificándolo. 
* La cultura influye en el comportamiento humano, pues es en la cultura en la que se evidencian las normas y reglas que deben ser cumplidas por las personas, que ayudan a regular el comportamiento en la sociedad. 
El comportamiento humano es observable, pero los procesos psicológicos que se desencadenan antes, mientras o después de la ejecución del mismo no lo son, por ello la psicologia trata de explicar el comportamiento, y predecirlo antes de que el mismo se lleve a cabo.